En la actualidad, los autobuses y los autocares carecen de reglamento homogéneo que establezca medidas de protección para sus pasajeros, convirtiéndolos, de este modo, en uno de los grupos más vulnerables en caso de accidentes o cualquier otro tipo de contratiempos.
En este contexto, estos son los derechos aplicables a los servicios de largo recorrido, es decir, de más de 250 km:
· Accidentes: Se prestará atenciones mínimas como primeros auxilios, comida, ropa o transporte, además de alojamiento en determinados casos.
· Retrasos y cancelaciones: Para cancelaciones o retrasos de más de dos horas, se deberá ofrecer un recorrido alternativo sin coste adicional o el reembolso del precio del billete. Así mismo, para los retrasos de más de tres horas, se deberá ofrecer comida, refrescos o incluso alojamiento.
· Personas con discapacidad: Además de establecer zonas habilitadas en las estaciones de autobuses para este tipo de personas con discapacidad, las compañías de transporte, así como las agencias de viajes y demás operadores turísticos, no podrán negarse a aceptar una reserva que provenga de este colectivo, salvo por motivos de seguridad o falta de homologación del vehículo.
· Indemnizaciones: Se introducirán compensaciones económicas en caso de accidentes que incluirán tanto los gastos funerarios, como las lesiones personales y la pérdida o daño de equipaje.
Además, para todos los servicios, incluidos los inferiores a 250 km, se establecen normas relativas a la no discriminación de personas por cuestiones de nacionalidad o discapacidad, indemnizaciones por pérdida o deterioro de equipaje, así como también mecanismos de tramitación de reclamaciones y normas mínimas de información sobre el viaje.
Etiquetas: Normativa - Unión Europea