Nueve municipios del área metropolitana doblaron su población en diez años

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Desde la Expo 92, la comarca del Aljarafe ha ganado casi un cuarto de millón de habitantes. Así, Castilleja de Guzmán en 1991 contabilizaba apenas 360 residentes, mientras que, según el último censo del INE, fechado el 1 de enero de 2010, en este periodo multiplicó por siete su población para alcanzar los 2.846 habitantes.

Espartinas da el salto más extraordinario de esta lista, ya que aumentó su población un 367% en 19 años, lo que se traduce en 10.000 habitantes más, para un pueblo que no llegaba a los 3.000.

Por su parte, Bormujos y Almensilla triplicaron su población, aunque con más protagonismo para el primero, que atrajo a su término municipal a 13.833 habitantes frente a los 5.277 que tenía casi dos décadas atrás. Este ritmo incluso lo mantuvo en el último lustro y, de persistir, permitiría que en el próximo padrón estuviera por encima de los 20.000 habitantes y se colocara la etiqueta de pueblo grande, junto a Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache, Camas, Coria del Río y Tomares, que son los que superan esta cifra.

Tras estos cuatro municipios, se sitúan otros seis pueblos que también supieron multiplicar por dos su población: Palomares del Río, Umbrete, Gelves, Gines y Salteras.

Finalmente, Dos Hermanas, creció en términos globales con 47.061 nuevos residentes en dos décadas. Tras ella, se sitúa, ya con más lógica, Sevilla, que ganó 21.170 residentes en este tiempo, aunque en el último lustro la tendencia es al estancamiento.