Campanella vuelve con "El sercreto de sus ojos", por Emilio Santin

| Más
Más de un profesional del cine comentará que su pasión por el séptimo arte surgió al ver la fuerza revolucionaria de las películas de la “Nouvelle Vague” o de la crudeza con la que le atravesó el “Neorrealismo italiano”. También es probable que tras una dura jornada de trabajo tenga tendencia a llegar a su casa y verse repetidas veces la última película de James Bond y quién sabe si incluso Rambo III. Porque es cierto que una buena película de arte y ensayo te puede aportar mucho, pero también lo es que a este vehículo de evasión que es el cine se le debe pedir también que divierta, y en este sentido tenemos que reconocer que el cine norteamericano es el rey. El conseguir que una película sea entretenida y a la vez enriquezca está al alcance de muy pocos, y si consigue hacerlo al margen de la industria americana el mérito es aún mayor. Este es el caso de Juan José Campanella.


Corría el año 2001 cuando entré en un cine para ver El hijo de la novia. De su director solo había visto El niño que gritó puta (1991), que me pareció buena, aunque desde luego no se la recomendaría a nadie para subirle el ánimo. No había nada mejor en la cartelera, ¿por qué no verla? Fue como sentir durante dos horas una continua llamada de atención que pusiera a prueba mi cerebro, y todo ello mientras me divertía, algo maravilloso. Se la recomendé a todo el que pude y aún no recuerdo a nadie que no le gustara. De cada uno al que se la recomendaba sentía envidia, podría hacer algo que yo no: ver por primera vez El hijo de la novia.

Después nos llegaron El mismo amor, la misma lluvia (1999, estrenada en España a raíz del éxito de El hijo de la novia) y Luna de Avellaneda (2004), películas que aún entretenidas y recomendables distaban mucho de El hijo de la novia. Parecía imposible alcanzar la perfección de aquella película… hasta que llegó El secreto de sus ojos.

Juan José Campanella nació en Buenos Aires (Argentina, 1959) y representa un tipo de directores de la época actual que compaginan dirección de cine (proyectos personales con completa libertad creativa y que difícilmente harán un bombazo en la taquilla) con la dirección de capítulos de series de televisión de éxito como Ley y orden o House, trabajos habitualmente muy bien pagados que les permiten sobrevivir y afrontar con tranquilidad sus incursiones en el cine.

En El secreto de sus ojos, Campanella nos muestra las constantes de su cine: comedia, romanticismo y crítica social pero añadiendo un elemento nuevo; la intriga. Benjamín Espósito (Ricardo Darín) es un antiguo funcionario de un Juzgado Penal que recién jubilado decide escribir un libro sobre un antiguo asesinato que tuvo lugar en 1974. Al reconstruir lo ocurrido, Benjamín Espósito se enfrentará a sus peores fantasmas: el asesinato en sí, la pérdida de su mejor amigo y un amor imposible que lo marcó para siempre. Diversión inteligente, lo más que se le puede pedir al cine. A todos los que les gusta el cine les aconsejo que se olviden de cualquier posible prejuicio sobre el cine hecho fuera de Hollywood y vayan a ver esta película. Siento envidia de ellos, podrán hacer algo que yo no: ver por primera vez El secreto de sus ojos.


Año: 2009
Género: Misterio / Drama / Amor
Thriller / Comedia
País: Argentina y España
Duración: 127 minutos
Título original: El secreto de sus ojos
Dirección: Juan José Campanella
Producción: Mariela Besuievski y
Juan José Campanella
Fotografía: Féliz Monti
Música: Juan Federico Jusid y
Eduardo Sacheri
Intérpretes: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago, Javier Godino y José Luis Gioia.
Sinopsis: Benjamín Espósito ha trabajado toda la vida como empleado en un Juzgado Penal. Ahora acaba de jubilarse, y para ocupar sus horas libres decide escribir una novela. Para ello, se nutre de su propio pasado como funcionario judicial, de una historia real conmovedora y trágica, de la que ha sido testigo privilegiado.


Volver al sumario