Para ver: Quemar después de leer, de Joel Coen y Ethan Coen

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Para que un director realice su primer largometraje puede ser necesaria una odisea plagada de incontable número de obstáculos, todos ellos solucionables de la misma forma: con dinero. La historia del cine está repleta de leyendas (con más o menos verdad) sobre los sacrificios que estos directores, mitad locos mitad soñadores, hicieron por conseguir financiación, llegando en algunos casos a convertirse en ejemplos heroicos de lo que es luchar por aquello que se quiere. Quizá la más conocida es la de Robert Rodríguez que ingresó durante varios meses en un hospital sirviendo de conejillo de indias para la experimentación con nuevos fármacos, lo que le permitió producir su primera película (“El Mariachi”, 1992). Sin embargo hay muchas otras (coches inundados cuyo seguro se usó para producir la película, herencias de tías lejanas cuyo nombre difícilmente se recordaba…) que merecerían formar parte de un libro específico. Dentro de ese libro estaría la historia de los hermanos Coen.

Joel y Ethan Coen eran dos jóvenes hermanos judíos de Minneapolis (Joel licenciado por la escuela de cine de la Universidad de Nueva York y Ethan licenciado en filosofía por Princeton) cuando por 1981 buscaban financiación para lo que sería su primera película, “Sangre fácil”. Con el presupuesto de partida apenas les daba para empezar así que decidieron hacer el tráiler. El truco era el siguiente: llamaban por teléfono a gente adinerada (aconsejados por su amigo Sam Raimi, director de la saga “Spiderman”, y del que una de las leyendas urbanas dice que consiguió hacer su primera película gracias a un trato con la mafia) y les pedían una cita de unos diez minutos con vistas a presentarse en su casa y proyectarles una película. Una vez en la casa descubrirían que la película aún no estaba hecha y que sólo podían ofrecerles un tráiler de unos tres minutos. En dicho tráiler se daba a entender que se trataría de una película de terror de bajo presupuesto, cosa que no tenían intención de realizar, pero que dado el gran éxito comercial de esas películas en los 80 constituía un buen anzuelo. Y entonces comenzaba la negociación, ¿querría ser usted productor de la película que queremos hacer a partir de este tráiler? Durante más de 1 año los hermanos Coen estuvieron visitando-asaltando hogares de Nueva York, Minneapolis y Texas… y finalmente lo consiguieron.

Pronto conectarían con la crítica europea (Concha de Plata de San Sebastián en 1990 por “Muerte entre las flores” y Palma de Oro de Cannes en 1991 por “Barton Fink”) pero no fue hasta 1996 cuando consiguieron el reconocimiento de la Academia Norteamericana (Óscar a la mejor película por “Fargo”). Sus películas, siempre impregnadas tanto de una crítica atroz como de un sentido del humor que bordea (y en ocasiones atraviesa) lo macabro, han tenido una proyección espectacular llegando a ser uno de los referentes del cine mundial. Es evidente que las películas de los Coen no están hechas para todos los estómagos, pero también es cierto que han sabido granjearse una legión de admiradores en todo el mundo (entre los que me incluyo) que esperan con impaciencia cada una de sus películas.

En “Quemar después de leer” los Coen vuelven a hacer una crítica corrosiva de la clase media norteamericana. Partiendo de una falsa trama de espionaje se nos presenta nuevamente a unos perdedores, en esencia de buen corazón, pero que ofuscados por una escala de valores enferma se sumergen en un torbellino de atrocidades. Crítica, humor y buen cine, no apto para todos los públicos, aunque un auténtico regalo para sus muchos incondicionales.


FICHA TÉCNICA Año: 2008 Género: Comedia País: USA, Francia y Reino Unido Duración: 96 minutos Título original: Burn After Reading Dirección y guión: Joel Coen y Ethan Coen Producción: Tim Bevan, Joel Coen, Ethan Coen y Eric Fellner Fotografía: Emmanuel Lubezki Música: Carter Burwell Intérpretes: Frances McDormand, George Clooney, John Malkovich, Brad Pitt, Tilda Swinton, Richard Jenkins, David Rasche, J.K. Simmons, Elizabeth Marvel, Olek Krupa, Jeffrey DeMunn Sinopsis: Osbourne Cox es un agente de la CIA que es despedido de su trabajo. Para vengarse de la agencia y ganar algo de dinero con el que acallar las quejas de su esposa, Cox comienza a escribir sus memorias como agente. Pero su mujer planea divorciarse de él para irse con su amante, el agente del Tesoro Harry Pfarrer, por lo que procura copiar todos los documentos relevantes acerca de las finanzas de su marido en un disco, en el cual también se incluye el borrador de su novela. El destino quiere que una copia del disco se extravíe en un gimnasio, y que dos empleados sin muchos escrúpulos lo encuentren y chantajeen a Cox, lo que será el principio de un montón de problemas para todos.

por Emilio Santín Piñero


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